Es una herramienta muy útil y dinámica que permite encontrar la causa raíz de un problema a analizar.
Fue desarrollada por el japonés Sakichi Toyoda y posteriormente usada en la fábrica de Toyota. Esta técnica se usa actualmente en muchos ámbitos, y también se utiliza dentro de Six Sigma.
Recomendamos utilizarla para obtener resultados efectivos de la siguiente manera:
- Se comienza realizando una lluvia de ideas, normalmente utilizando un diagrama de causa y efecto.
- Una vez se hayan identificado las causas, se empieza a preguntar “¿por qué es así?” o “¿por qué está pasando esto?
- Se continúa preguntando el por qué al menos cinco veces. Esto permite buscar a fondo y no conformarse con causas ya “probadas y ciertas”.
- Surgirán ocasiones donde se podrá ir más allá de las cinco veces preguntando por qué para poder obtener las causas principales.
- Durante este tiempo se debe tener cuidado de no empezar a preguntar “¿Quién?”. Hay que recordar que el proceso debe enfocarse hacia los problemas y no hacia las personas involucradas.
Esta herramienta permite eliminar gran parte de las barreras que sustentan las decisiones habituales. A su vez, es una técnica que puede generar ansiedad, por lo que lo mejor es explicar con detenimiento la técnica antes de utilizarla.
Con una utilización correcta, la técnica de los por qué puede ayudar a generar soluciones radicales a los problemas, puesto que se cuestiona, hasta sus elementos fundamentales, el problema que se está tratando.
En una segunda etapa, es necesario seleccionar las soluciones claves mediante la priorización de todas las encontradas. Para ello se ha de valorar su facilidad de implantación, impacto sobre el problema, tiempo a invertir, recursos necesarios entre otros factores.
La respuesta del primer por qué generará un segundo cuestionamiento y así sucesivamente hasta hallar la causa raíz del problema.
Lo importante es que cuando la usemos debemos emplearla sin ideas preconcebidas, además es necesario mencionar, que podríamos encontrar la causa raíz antes de llegar a preguntarnos el quinto por qué.
Las características más comunes de la técnica de los 5 porqués son:
- Mantiene la investigación basada en los hechos preguntando: ¿por qué ocurrió?
- Genera muchas ideas enfocadas en el camino de la causa más probable.
- Si hay más de una causa raíz, se deberá desarrollar más de una acción correctiva.
- Es mejor usarla para incidentes simples con pocas causas.
- Se debe iniciar las preguntas con el último hecho que generó el incidente (acción o condición).
Beneficios al implementar los 5 porqués:
- Se puede identificar la raíz de un problema de una forma rápida y sencilla, a veces incluso en menos de 5 pasos.
- Se consigue un notable ahorro de tiempo a la hora de focalizar la atención sobre un problema o dificultad, consiguiendo llegar a su solución con un notable ahorro también de energía.
- Podemos finalizar resolviendo otros problemas encontrados o relacionados con el que hemos comenzado.
Ponlo en práctica la próxima vez que quieras encontrar la causa raíz de un problema, podría pasar además que existan múltiples causas, por lo que deberías repetir el método tantas veces como sea necesario.
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